Aceite esencial de ylang-ylang

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El aceite esencial de Ylang-Ylang ayuda, en el cuidado de la piel, a restaurar la luminosidad de las pieles. piel apagada y cansada y lucha eficazmente contra la piel grasa y contra algunos parásitos de la piel como la tiña o la sarna.

Su poderosa y voluptuosa fragancia tiene fama de ser un afrodisíaco esencial.
También es uno de los aceites esenciales más utilizados en el cuidado del cabello, su aportando fuerza y brillo.
En olfatoterapia psicoenergética, ayuda a calmar la ira, la rabia, la irritabilidad, todo facilitando la comunicación en los introvertidos.
Rico en ésteres monoterpénicos con efectos antiespasmódicos, aceite esencial de Ylang-Ylang se utiliza para calmar los dolores espasmódicos, especialmente relacionados con el estrés.
Es uno de los mejores aceites esenciales por sus efectos sobre el sistema nervioso, para calmar tensiones, estrés, lucha contra la depresión o el insomnio.

Propiedades:

Antiespasmódico
Calmante respiratorio y cardíaco
Anti-inflamatoria
Control de plagas
Calmante, antiestrés, relajante, equilibrante del sistema nervioso
Tónico, estimulante intelectual y sexual
Afrodisiaco
Tónico capilar, favorece la belleza y el brillo del cabello
Tónico y regenerador de la piel, antioxidante
Depurativo y regulador de la secreción sebácea

Usos:

Para relajarse, mezcle unas gotas de aceite esencial de Ylang-Ylang con una un aceite vegetal como el aceite de argán y realizar un suave masaje en el plexo solar.
Para problemas de la piel, mezcle y aplique en el área 1 gota de aceite esencial en tu crema de día o 10 gotas en 50 g de tu crema corporal.
Para el cuidado del cabello, revitaliza tu cabello seco y dañado haciendo una mascarilla tratamiento a base de aceite de coco y 2 a 3 gotas de este aceite esencial. Dejar reposar de 5 a 10 minutos y luego hacer un champú.

Precauciones:
Su uso por vía cutánea está contraindicado en mujeres embarazadas o lactantes.
Por difusión atmosférica, se autoriza su uso en mujeres embarazadas más allá 3 meses de embarazo.
No debe usarse en niños menores de 6 años.